miércoles, 7 de octubre de 2009

Historia de la Orden

HISTORIA

Varios años antes del reafirme de Jerusalén en 1099, un grupo de caballeros había actuado como guías y protectores de los cristianos que peregrinaban a través de las tierras santas. Esos Caballeros vivieron en una hostería cerca del Templo de Solomón en Jerusalén en el momento de la Primer Cruzada.

De ellos, cuyos nombres eran Hughes de Payns y Godofredo de Saint Omer, nace la idea de incorporar a los caballeros formalmente como un orden en 1119, tomaron el nombre de Orden de los pobres Caballeros de Cristo, pero fueron conocidos mas popularmente como Los Caballeros del Templo de Solomón o Los Caballeros Templarios.



Desde su nacimiento tuvo un fin militar, por lo que la Orden se diferenciaba a este respecto de las otras dos grandes órdenes religiosas del siglo XII los Caballeros de San Juan de Jerusalén y los Caballeros Teutónicos, fundadas como instituciones de caridad.

La Orden fue reconocido formalmente por la Iglesia en el Concilio de Troyes en 1128, y San Bernardo de Claraval, el clérigo más influyente de la época, fue comisionado para escribir los reglamentos por la que ellos se debían regir.

Un grupo de Templarios recorrió Francia y Inglaterra para reclutar a los miembros, y también para solicitar regalos de dinero y propiedad para que la Orden pudiera apoyar sus actividades militares en la Tierra Santa.

La Orden Templaria estaba encabezada por un gran maestre (con rango de príncipe), por debajo del cual existían tres rangos: caballeros, capellanes y sargentos.

Su servicio defendiendo el reino Cristiano de Jerusalén era distinguido, aunque un poco estropeado por sus malas relaciones con los Hospitalarios , que por el año 1240 se habían deteriorado a tal magnitud que caballeros de cada Orden estaban luchando abiertamente en las calles de Acre.

Después de la Batalla desastrosa de Hattin en 1187, Saladín tomó a prisionero aproximadamente 200 Templarios y Hospitalarios, incluyendo a ambos Grandes Amos, y dio orden de ejecutar a todos. Con Jerusalén en manos de los musulmanes su cuartel general se localizó sucesivamente, en Antioquía, Acre, Cesárea y por ultimo en Chipre.

Como los Caballeros Templarios enviaban regularmente dinero y suministros desde Europa a Palestina, desarrollaron un eficiente sistema bancario en el que los gobernantes y la nobleza de Europa acabaron por confiar.

Se convirtieron gradualmente en los banqueros de gran parte de Europa y lograron debido a esto y a la exención del pago de impuestos y diezmos (no estaban sujeto a la ley secular, y sólo respondían al Papa), amasar una considerable fortuna. En 1307, sin embargo, el Rey Felipe IV se quiso adueñar de esa inmensa riqueza. Él y su canciller, Guillermo de Nogaret, confabularon para acusar a los Templarios de herejía y abolir la Orden.



FUENTE: http://www.los-templarios.com.ar/

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